Hicimos una petición de tener cama de matrimonio y la satisfacieron gratamente.
La habitación era preciosa, sin vistas al mar ya que no quedaban, eso es la única pega ya que daba a una pared y ni siquiera abrimos las cortinas.
Habitación equipada con minibar, tele plana, ducha y WiFi gratis. Lo más destacable, salir del hotel, andar tres pasos y pisar la playa.